sábado, 22 de febrero de 2014

Sociedad maldita (PV)

Dicen que la belleza está en los ojos del que mira. Yo digo que está en los ojos de una sociedad enferma, en la que para ser aceptados, necesitamos la opinión de los demás. Que porqué digo esto, porque ayer viendo las noticias me indignó ver, como dos chicas que antes estaban "gorditas", tuvieron que operarse para conseguir un puesto de trabajo. Sí, tal cual lo leeis. Les dijeron que estando "así" no podrían desempeñar bien su trabajo. Esto, en mi opinión, es discriminación social. Esas dos chicas, antes eran guapísimas, pero tuvieron que operarse, para tener un "aspecto mejor", ¿para quién?¿para ellas? no, para ellas no, para la sociedad.
Una jefa que tuve hace tiempo, me dijo un día: "Si te escogí a ti para este trabajo, es porque eres guapa". Me indignó que me dijeran aquello, sinceramente. Entonces pensé que no vale la pena esforzarse en desempeñar tus funciones porque, total, eres guapa, que más da cómo realices tu trabajo, ¿no?.
Luego están las personas tóxicas. Aquellas que te hacen creer que tienes mil defectos y te hacen sentir como una mierda. Esas personas que te miran de arriba a abajo para soltarte algún comentario despectivo, para hacerte daño a ti y sentirse de maravilla ellas. Porque sobre todo son las mujeres las que hacen esto. Y no, no es un comentario machista, en absoluto, lo digo porque yo también lo he vivido en mis carnes.
El caso es que si eres demasiado alta, te critican. Si eres demasiado bajita, te critican. Si un lunes llevas los labios rojos, te critican. Si no te maquillas, te critican. Si tienes los pechos grandes, te critican. Si los tienes pequeños, te critican. Si tienes los dientes torcidos, te critican. Si los tienes perfectos, te critican. En fin, seas como seas y hagas lo que hagas, serás criticado, no importa lo mucho que te esfuerces por gustar a los demás.
Y esa es otra, ¿por qué debemos gustar a los demás? Es algo que por mucho que pase el tiempo nunca llegaré a entender. Sería mucho más fácil dejar de gustar a los demás, para empezar a gustarnos nosotros mismos, con nuestras virtudes y, sobre todo, con nuestros defectos.
Marilyn Monroe, era una mujer bella, por dentro y por fuera. No era tonta, como algunos se pensaban. Tenía sus inseguridades y sus miedos, pero sabía la influencia que tenía sobre los demás. No era una mujer delgada, pero a los hombres les gustaba, porque ella se aceptaba tal cual era y eso los volvía locos. Era sensual, atractiva, inteligente e interesante. Un icono en una época difícil. Hoy día, con la mentalidad que tenemos, la gente pensaría que Marilyn está gorda y no la aceptarían en ningún papel como protagonista en las películas de Hollywood. Y sería una lástima que eso ocurriera.
Es cierto que en Hollywood hay cada vez menos actrices anoréxicas. Hubo una época, que parecía que compitiesen por ver quién estaba más delgada, hasta el punto de ver a una Keira Knightley extremadamente delgada o una Angelina Jolie esquelética. Aún así, he llegado a oir comentarios masculinos del tipo "pues está buena la tía". No sé donde ven la belleza en un ser esquelético, la verdad.
Por suerte, parece que la mentalidad masculina, vuelve a preferir a esas mujeres que no están demasiado delgadas. De hecho, recuerdo que cuando llevé los brackets, llegué a adelgazar muchísimo. Nunca había estado tan delgada como en esa época. Tenía hambre, pero el dolor que me provocaba al masticar, hacía que comiera poquito, por eso adelgacé tanto. El caso es que en esa época, pensaba que por estar así, los hombres me mirarían más. Claro que lo hacían, pero no era porque les gustara lo que veían, sinó más bien lo hacían preguntándose si era anoréxica o no. Un año después de quitármelos, ya estaba completamente recuperada y llegué a mi peso normal. Los hombres me miran de una forma muy diferente, unos con deseo y otros alegrándose la vista. Y eso, que no me tengo por un bellezón, pero me acepto tal cual soy y eso los hombres lo deben notar. Aunque me da igual lo que piensen de mí. Que como decía Luis de Góngora:

"Ande yo caliente, que se ría la gente"

Y así ha de ser, que mientras uno sepa lo que se hace, la opinión de los demás nos tiene que resbalar. 
A tí, que me estás leyendo, por favor, deja de juzgar a los demás, no critiques sin conocimiento de causa y no quieras saber más del prójimo. Conócete a ti mismo, mira en tu interior y verás que tienes tantas papeletas de ser criticado/a, como a aquel que criticas tú. 
A ti, a la persona criticada, te recomiendo que cada día te untes con una capa de aceite, para que esos comentarios despectivos te resbalen con facilidad. Sé feliz y haz lo que te dicte el corazón. No sufras más y vive como siempre has querido hacer, sin miedo al qué dirán.
Y recuerda, si no te contratan en un trabajo por estar "gordo/a" amenázalos con ponerles una denuncia por discriminación social y, si aún así no te contratan, levántales el dedo corazón y mándalos a tomar por culo. No tendrás el trabajo, pero te habrás desahogado y te sentirás mejor.


6 comentarios:

  1. he dicho, totalmente de acuerdo besos guapisima

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  2. El año pasado descubrí de casualidad que hay algo que fastidia aún más que hacerles una bonita peineta y es esgrimir una enorme sonrisa de felicidad!! (Cuesta trabajo porque por dentro estás hecha un flan) He puesto a unos cuant@s muy nervios@s a golpe de sonrisa! Prueba a ver!!! Un abrazote, y sigue así, guapísima!! Feliz domingo!!

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    1. Pues la verdad es que tienes razón, a muchos se les debería caer la cara de vergüenza, pero en vez de eso, somos tan idiotas que nos convencemos que los demás tienen razón, de ahí mi reflexión y mi indignación. Aunque de poco sirve una crítica, si la gente sigue haciendo caso de los comentarios de los demás.
      Otro abrazote para ti Rosa!! Feliz domingo para ti también!! ;D

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  3. Buena reflexión. Lo cierto es que, en mi opinión, resulta difícil no "buscar" el beneplácito en los demás; a fin de cuentas, no vivimos recluidos en una cueva y, aunque lo ideal sería estar a gusto con aceptarnos a nosotros mismos (que tampoco es tan fácil, ojo), es casi inevitable que las opiniones nos afecten.

    Un saludo.

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    1. Sí, es cierto, por eso tenemos tendencia a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Realmente lo que más critico, es que para trabajar tengas que tener un determinado estado físico para que te contraten, cuando en realidad, en algunos trabajos, ni siquiera es necesario pero, claro, siempre es más agradable ver algo "bonito", socialmente hablando... En fin, que aunque no queramos todos acabamos fijándonos en el físico, por mucho que se diga que la inteligencia prevalece en todo.

      Me alegra que te guste mi reflexión David ;)

      Un saludo.

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